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El Director General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural del MARM, Jesús Casas, ha analizado hoy con la Consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de Canarias, Pilar Merino, las actuaciones que corresponden al Gobierno de esta Comunidad Autónoma para la puesta en práctica de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural y la elaboración del Programa de Desarrollo Rural Sostenible.

Entre los asuntos que se han debatido en esta reunión celebrada en Tenerife, destaca el proceso de delimitación y calificación de las zonas rurales definitivas que va a proponer la Comunidad Autónoma al Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, para su inclusión en el Programa.

A este respecto, el medio rural canario presenta importantes diferencias respecto del medio rural peninsular, debido a la insularidad y a la poderosa influencia del turismo y demás actividades propias de los ámbitos urbanos costeros.

Así, en el medio rural canario la población ha aumentado un 45 por ciento en los últimos 10 años, alcanza una densidad de 49,7 habitantes/km2, y tan sólo ha disminuido en seis municipios, mientras que en el conjunto de España el crecimiento ha sido de tan sólo un 5 por ciento. La importancia del sector agrario en el medio rural canario (7,26 por ciento de los trabajadores) es significativamente inferior a la del rural nacional (26,4 por ciento), lo cual indica la poderosa influencia que ejerce el sector terciario, especialmente el sector turístico, sobre la dinámica socioeconómica de las zonas rurales de casi todas las islas.

También puede constatarse una relación de claro desequilibrio entre el desarrollo y la expansión de la costa predominantemente urbana y turística, y la reducción, retraimiento y pérdida de identidad del interior rural canario, que le puede colocar en una situación de clara marginalidad y fuerte dependencia respecto de la periferia urbana, sobre todo teniendo en cuenta la vulnerabilidad de las producciones agrícolas típicas del archipiélago, y la extremada delicadeza de sus ecosistemas.

En el caso de Canarias, el Programa de Desarrollo rural Sostenible puede ser una buena oportunidad para revertir el proceso y contribuir a vitalizar un espacio rural que, si bien constituye la esencia de las raíces del pueblo canario y alberga la biodiversidad y el paisaje, está pasando por unos momentos de crisis y de auténtico peligro de desaparición, eclipsado por la incontenible expansión del motor del turismo de sol y playa.

Por último hay que recordar que en Canarias existe una importante Red de Reservas de la Biosfera, cuya finalidad es, precisamente, contribuir de una forma ejemplar al desarrollo sostenible, siendo previsible que sus evidentes paralelismos con el Programa de Desarrollo Rural Sostenible contribuyan eficazmente a su adecuada aplicación en esta Comunidad Autónoma.