REDR

El Plan de Desarrollo Rural para Andalucía 2007-2013 permitirá afrontar retos de la globalización como la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático, según explicó en el Parlamento el máximo responsable de la agricultura andaluza, Martín Soler. El consejero, quien intervino en Comisión en un debate agrupado promovido por los Grupos Socialista y Popular, recordó que el nuevo PDR 2007-2013, aprobado por el Comité de Desarrollo Rural de la Unión Europea el 20 de febrero de 2008, tiene como objetivo conseguir el desarrollo sostenible de nuestras zonas rurales al tiempo que se mejoran las condiciones de vida de quienes viven y trabajan en este ámbito.

Para conseguir estos objetivos, Andalucía dispondrá de un gasto público total de 3.764 millones, que se elevan a 5.630 millones con la inversión privada. Estos fondos son aportados por la UE (1.887 millones), la Junta (391 millones) y la Administración General del Estado (291 millones). A este presupuesto se suma otra partida de 1.199 millones de financiación adicional del Gobierno andaluz.

Unas cifras que, según dijo Soler, adquieren especial relevancia dada la "difícil situación económica en la que nos encontramos y que requiere un mayor esfuerzo". Así, los fondos europeos para el desarrollo rural (FEADER) junto con la apuesta de financiación adicional de la Junta "constituyen una oportunidad única para consolidar la economía rural y dar respuesta a las dificultades actuales".

Tenemos instrumentos financieros que, junto con otras herramientas, nos colocan en una situación de partida privilegiada, manifestó Soler. El consejero apoyó esta afirmación recordando las recientes declaraciones realizadas en Sevilla por el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien subrayó que Andalucía se resentiría menos de la crisis financiera actual porque tiene una agricultura que juega un papel muy importante como "como aislante de la coyuntura actual".

En su primera exposición parlamentaria sobre el PDR, el representante del Gobierno andaluz recordó que los principales objetivos del plan son el aumento de la competitividad de la agricultura, la ganadería y la silvicultura, que absorberá más de la mitad del presupuesto del Plan (51,4% del total); reforzar el medio ambiente y lograr un medio rural con mejores perspectivas de creación de empleo, así como mejorar las condiciones de vida, entre otros.

Para aumentar la competitividad de los sectores agrario y forestal, Agricultura seguirá impulsando el crecimiento del sector con especial incidencia en actuaciones destinadas a mejorar la agroindustria (17,9% del gasto público) y a aumentar el valor añadido de los productos agrarios y del sector agroindustrial. En este último caso se espera un aumento de un 10% que incidirá en más de 2.000 industrias de la región.

El consejero enumeró otros objetivos específicos como la mejora y desarrollo de las infraestructuras (14,5% del gasto público) y la modernización de las explotaciones agrarias (8,84% del gasto público), mejorando sus rendimientos e impulsando la innovación e incorporación de nuevas tecnologías. Está prevista impulsar la modernización de más de 8.000 explotaciones agrarias, incrementando el valor añadido de sus producciones en más de un 40%.

Jóvenes agricultores

Especial atención se prestará a jóvenes agricultores que se instalan por primera vez, o mujeres. Se espera que se beneficien de esta medida 3.700 nuevos agricultores jóvenes (el 45% mujeres). Igualmente, se crearán unos 7.000 puestos de trabajo de los que el 33% serán ocupados por mujeres.

Soler continuó en su exposición refiriéndose a la utilización sostenible de las tierras agrarias y forestales (35% del gasto público) y las ayudas agroambientales revisadas y actualizadas, ya que proceden del marco anterior 2000-2006. Estas ayudas se destinan a potenciar producciones sostenibles como las ecológicas e integradas, entre otras. Las ayudas del nuevo marco incorporan una línea de apoyo al mantenimiento del castaño, la aplicación de las ventajas de la agricultura de conservación en viñedo y cultivos herbáceos en pendiente y el apoyo a aquellas explotaciones agrarias que fomentan la biodiversidad, actuaciones que permitirán dar adecuada respuesta a cuestiones como: la lucha contra el cambio climático y la mejora de la eficiencia en el uso del agua. Se espera que 17.000 explotaciones contraigan nuevos compromisos agroambientales.

A modo de conclusión, Soler explicó que en definitiva con estas actuaciones se pretende hacer más atractiva la vida en las zonas rurales, en igualdad de condiciones con las de la urbe, e impulsar nuevas actuaciones complementarias a la actividad agraria, como forma de diversificar la economía, son igualmente objetivos del plan. Una tarea de la que se encargarán los grupos de desarrollo rural, que llevan más de una década dedicados a estas tareas, expuso Soler.