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• La Diputación de Zaragoza ha editado un libro sobre cómo fomentar la animación sociocultural en las localidades del medio rural.

Entrevista de E. Pérez Beriain, publicada en HERALDO.

Rafael Sánchez (Córdoba, 1956), coordinador de planes culturales de la Diputación de Zaragoza, presentó en la IFC su libro ‘Animación sociocultural en municipios rurales', que resume sus años de experiencia.

• Se acerca el verano... y revive el mundo rural.

Por supuesto. Despiertan en verano y en invierno están aletargados.

Vine de Córdoba a Aragón hace casi 40 años. Llevo en Zaragoza 12 años. Siempre he vivido en Épila. Hay gente en la capital que añora tener un pueblo, sobre todo las nuevas generaciones, y creo que habría que estudiar este aspecto, porque tendría éxito el brindar a la gente la posibilidad de vivir en los núcleos pequeños los fines de semana y los veranos.

El que no tiene pueblo se pierde la identidad cultural que ofrece lo rural, lleno de tradiciones y valores, y se pierde entrar en consonancia con la naturaleza, la armonía, el silencio.

Exactamente. Y también la relación más cercana. En un pueblo no puedes ir por la calle sin saludar a la gente. Hay una relación muy estrecha con los vecinos. Y eso vale mucho.

Sí, sí. Afortunadamente las pocas personas que quedan en los pueblos están llenas de ganas de organizar cosas. De hecho, en la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), aparte de que todos los ayuntamientos planifican, tenemos una gran demanda de ayuda de las asociaciones. Muchos de quienes organizan el desarrollo cultural de las localidades lo hacen los fines de semana y en verano. Y gracias a ellos se mantienen los pueblos vivos.

Sobre todo, buscan su singularidad. Supone un atractivo y contribuye al desarrollo local, a que puedan mantenerse el bar, las tiendas... Es el caso, por ejemplo, de las recreaciones históricas que permiten mantener, difundir y valorar su pasado.

Así es. Hay municipios que recuperan las matacías como un elemento cultural que favorece la cohesión de los vecinos. Hace posible también que muchos conozcan antiguas costumbres.

En los pueblos que tienen escuela, el desarrollo cultural se mantiene todo el año. Quiere decir que los padres viven allí, y siempre se organizan cosas. Si una escuela desaparece, es la muerte segura.

Yo creo que es aquella capaz de conjugar la relación del ayuntamiento con el tejido social. Deben ir de la mano. Una administración que planifica al margen del tejido social no lo hace bien.

Efectivamente.

Mi función es hacer posible que todo el presupuesto destinado a la promoción cultural de los pueblos se lleve a cabo. Posibilitar que los ayuntamientos y las entidades sociales tengan en la DPZ una ayuda económica para organizar sus acciones. También, orientar y asesorar a los concejales y a las personas que forman parte de las asociaciones en su desarrollo cultural.

En mi libro hablo de cuatro proyectos en animación sociocultural que pueden servir para potenciar el empleo, la educación... La animación es mucho más que ocio. Consiste en hacer que la gente planifique su forma de ocio, sus aficiones, dar respuesta a sus motivaciones personales y colectivas.

La publicación intenta transmitir una estrategia de trabajo basada en metodologías activas y participativas que contribuyan al conocimiento de las propias realidades para transformarlas. Eso me ha permitido comprobar que, como la despoblación es un grave problema, si conseguimos atraer nuevos habitantes, lograremos también más posibilidades de desarrollo.