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ARA entrevista a Carmen T. Díaz, gerente del GDR Filabres Alhamilla

¿Contáis con alguna medida o plan de igualdad en el Grupo? 

En el proceso participativo que se llevó a cabo durante la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Local del GDR Filabres Alhamilla para 2014-2020,

se abordó la igualdad de las mujeres y su participación en el territorio junto a la necesidad de visibilizarlas. Fruto de ello, en nuestra Estrategia todos los proyectos que opten a las diferentes ayudas convocadas tienen que cumplir con el "compromiso de socio condicionalidad", es decir, se puntúa que las empresas y entidades que opten a una ayuda LEADER cuenten con medidas de conciliación, planes de igualdad, haya presencia de mujeres en su estructura de funcionamiento o que las propias promotoras sean mujeres.

Además, desde el GDR siempre se busca la paridad en los diferentes órganos de gobierno del Grupo.

¿Cuál es su experiencia respecto a la conciliación de la vida familiar y laboral en el medio rural? 

En el medio rural la conciliación es más difícil porque no cuentas con los servicios o equipamientos necesarios. Por ejemplo, cuando mis hijos eran pequeños me resultó muy difícil obtener plaza en la guardería del pueblo y eso que vivo en la localidad más grande de la comarca, con 3.000 habitantes.

En el resto de pueblos de la comarca, en su mayoría, no hay guarderías.

La única forma de conciliar en el medio rural es recurriendo a las mujeres de la familia que se convierten en tus aliadas. Además, conciliar en desarrollo rural es aún más difícil porque la mayoría de las reuniones con responsables políticos, empresariado, son por la tarde.

Creo que avanzaremos hacia una sociedad más justa e igualitaria cuando seamos capaces de conciliar y cambiar las mentalidades.

¿Crees que la brecha salarial entre mujeres y hombres es más pronunciada en el medio rural? 

No creo que exista una mayor brecha salarial en el medio rural que en el urbano. Supongo que el funcionamiento es similar. Lo que sí es más difícil para las mujeres es acceder a un puesto de trabajo en un entorno rural que reúna unas condiciones mínimas relacionadas con su formación o con sus expectativas laborales. En esta comarca, el trabajo de la mujer está muy ligado al cuidado de mayores, labores de limpieza y trabajo agrario.

Más que salarios diferentes por razón de sexo, lo que he percibido es que las mujeres tienen más dificultades de acceso al mercado laboral porque los roles perviven y las cargas familiares las siguen llevando las mujeres.

"Es más difícil para las mujeres es acceder a un puesto de trabajo en un entorno rural que reúna unas condiciones mínimas relacionadas con su formación o con sus expectativas laborales"

¿Consideras que en el medio rural se notan más las diferencias de género que en las ciudades? 

Sí, desde luego. En nuestra comarca, la mayoría de la población es de edad avanzada por lo que las diferencias de género son más evidentes aparte de que aún se valora poco el trabajo de la mujer. Es más, en cierto modo está aún mal visto que la mujer se dedique a trabajar por cuenta ajena o propia en lugar de continuar con el rol de cuidado de la familia y hogar. Afortunadamente cada vez son menos los que piensan así e incluso entre las nuevas generaciones no percibo tantas diferencias de género.

Piensas que también el medio rural existe el "techo de cristal" para las mujeres, ese límite invisible autoimpuesto para no progresar laboralmente? 

Tradicionalmente las mujeres rurales no han participado en la toma de decisiones por lo que considero que es imprescindible establecer cuotas para que las mujeres puedan llegar poco a poco a los diferentes órganos de decisión y se les visibilice más. Al facilitarles su acceso, está comprobado que poco a poco ellas van accediendo.

Define en pocas palabras qué es para ti ser mujer en el medio rural

Mi experiencia con mujer en el medio rural es positiva. Comencé mi carrera profesional en la ciudad pero finalmente opté por volver al pueblo. Estoy encantada porque la calidad de vida que tenemos en el medio rural es difícil de igualar en todo lo que tiene que ver con vivir bien, tener tranquilidad, relaciones sociales. La rapidez del medio urbano nos lleva a un entorno más deshumanizado.

Para mí fue un acierto volver al medio rural y trabajar en desarrollo rural porque me ha permitido conocer tradiciones, costumbres, modos de vida muy enriquecedoras. Es más, recomiendo vivir en el medio rural porque merece la pena.

Propuestas para mejorar la situación de la mujer: ¿formación, sensibilización, financiación...? 

Lo más importante es la visibilización, es decir, hacer ver a la sociedad y a las propias mujeres que todos somos iguales y que con independencia de nuestro sexo debemos tener las mimas oportunidades laborales. Igualmente es fundamental la educación. Hay que trabajar con los niños y niñas desde pequeños.

Por otro lado, es imprescindible que la Administración apoye todas aquellas actuaciones dirigidas a logar una igualdad real entre mujeres y hombres.

Por ejemplo, es un gran error que en este marco de ayudas 2014-2020, muchas asociaciones de mujeres no puedan presentar sus proyectos a las diferentes convocatorias porque, entre otras razones, no cuentan con recursos económicos para prefinanciar dichas iniciativas.

En resumen, los fondos LEADER van a acabar apoyando proyectos de inversión por parte de Ayuntamientos y emprendedores rurales, sin embargo, van a dejar de un lado aquellos proyectos que dinamizan y visibilizan los territorios rurales bien sea sobre igualdad, patrimonio, etcétera, por no poder prefinanciarse las asociaciones que son las que en el mayor número de casos los ejecutan.