REDR

«En el mundo hay aproximadamente 5.500 millones de personas que ocupan y construyen sociedades rural-urbanas, lo que supone el 70% de la población del planeta, y no existen políticas específicas para estos territorios: hay políticas para zonas más rurales, hay políticas urbanas, pero no hay políticas para esta "ru-urbanidad", que es donde vive la mayor parte de la población en nuestras sociedades».

Julio A. Berdegué, Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe.

REDR ha participado en los Diálogos nacionales para la Cumbre mundial de Naciones Unidas sobre los Sistemas alimentarios: "Del mundo a los territorios, y de los territorios al mundo: sistemas alimentarios diversos que proveen a las personas y respetan el planeta", un evento organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. REDR aportó su visión sobre LEADER y las políticas rurales y qué factores han determinado su éxito en la dinamización territorial.

En el caso de REDR, y como no puede ser de otra manera, consideramos que LEADER ha sido y es la clave del éxito en los territorios rurales; por su eficacia, por su impacto en diferentes contextos y en diferentes territorios de Europa y el resto del mundo. "Hay que hacer las cosas distintas para conseguir resultados distintos". Con la llegada de la metodología LEADER, se modificaron las recetas tradicionales y se incluyeron nuevos ingredientes. Y ese nuevo ingrediente que hoy en día es básico en todas las metodologías es el PROCESO PARTICIPATIVO. LEADER posibilitó a la población local tener una verdadera voz; se invertía así el proceso vertical habitual de gobernanza, para colocar a la sociedad civil, por primera vez, en la primera línea de la toma de decisiones. Ahora, treinta años más tarde, conceptos como gobernabilidad, transparencia o procesos participativos no nos suenan tan extraños;

La segunda clave, sin duda, es aplicar en una visión integral y multisectorial de los territorios. Esto implica necesariamente abandonar la visión sectarista de lo rural: para que las políticas rurales sean efectivas tienen que ser transversales y trabajar en armonía entre las administraciones e instituciones, un escenario que, aunque lo escuchamos a menudo, aún estamos en el camino de conseguirlo.

El trabajo en red y el intercambio de buenas prácticas ha sido fundamental para los territorios y, en este aspecto, podemos reseñar cuáles de ellos han apostado por la cooperación y cuáles no. Hay que salir a explorar el mundo, innovar, compartir experiencias y conocimientos.

Si las decisiones políticas son acertadas, es la mejor línea de salvación para los territorios rurales. Europa, a través de la financiación FEADER, acierta con asignar un porcentaje fijo a la diversificación de los territorios rurales. ¿Qué ha fallado, por tanto, en aquellos lugares donde no ha funcionado? Seguramente, el enfoque debería centrarse más en analizar por qué ha tenido más impacto en unos territorios que en otros, lo que llevaría a su vez a redefinir el significado del éxito. Si a veces no se han obtenido los resultados esperados, lo normal es que el motivo se deba a intervenciones no adecuadas a la pluralidad de territorios. La situación de las zonas rurales no es lineal, por tanto, la aplicación de las leyes tampoco debería serlo. Lo mismo ocurre con los instrumentos para medir sus resultados: se deberían adaptar a la naturaleza particular de unos territorios muy heterogéneos. Las necesidades reales de la ciudadanía han pasado en demasiadas ocasiones a segundo plano por parte de las Autoridades.

Este cambio de paradigma debería acompañarse de un observatorio o mecanismo de garantía que vele porque el diseño de las políticas no perjudiquen a los territorios rurales (rural proofing). El mundo rural está lleno de oportunidades. Debemos escuchar más a la población para recoger sus respuestas y adaptarlas al contexto rural, cambiar las narrativas y empoderar y poner en valor a nuestros territorios rurales. Cuanto antes entendamos que las zonas rurales no necesitan competir con las urbanas, sino saber cómo relacionarse de una forma más justa, cómo aprender mutuamente y convivir de forma sostenible, mejores políticas rurales e inversiones se planificarán. ¿Es consciente la sociedad, mayoritariamente urbana, del coste de oportunidad de abandonar los pueblos y el medio rural?

* Artículo extraído de la intervención de María José Murciano, gerente de REDR, durante los Diálogos nacionales para la Cumbre mundial de Naciones Unidas sobre los Sistemas alimentarios: "Del mundo a los territorios, y de los territorios al mundo: sistemas alimentarios diversos que proveen a las personas y respetan el planeta".