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Si pensaba que el Erasmus sólo era cosa de estudiantes universitarios, estaba equivocado. Llega el 'FarmErasmus' (Erasmus para granjeros). A finales del pasado enero, 18 agricultores y agricultoras de Bélgica, Bulgaria, Grecia, Francia, Italia y Eslovaquia hicieron las maletas para viajar a diferentes fincas del continente europeo y aprender allí, de primera mano, nuevas técnicas de agricultura sostenibles.

Esta iniciativa de Greenpeace permite a los agricultores interesados en la innovación visitar diferentes explotaciones ecológicas durante un mes y a su vez, impregnarse de diferentes técnicas que los agricultores han puesto en marcha en el campo de manera viable. Métodos que van desde conseguir alcanzar la autosuficiencia en la alimentación animal y en la ganadería de leche a encontrar alternativas al uso de insecticidas industriales.

Las fincas anfitrionas son ocho, están situadas en Bélgica, Bulgaria, Grecia y Francia y son una muestra diferentes sectores. Una comunidad de agricultores y ganaderos " innovadores que ha visto posible salir de la actual crisis que sufre la agricultura industrial" además de ofrecer soluciones apropiadas para avanzar hacia alternativas ecológicas, "respetando el clima, los recursos naturales y nuestros medioambiente", cuenta Suzanne Dalle, responsable del programa "FarmErasmus".

Bioschuurke es una finca de ocho hectáreas de manzanos propiedad del belga Danny Billens. Él junto a un único empleado y trabajadores estacionales lleva 25 años cultivando manzanas ecológicas.

Billens está demostrando a sus colegas cómo cultivar manzanas empleando una cantidad mínima de plaguicidas con certificación ecológica.

Avispas, lombrices y mariquitas contra plagas y enfermedades

Su éxito reside en su enfoque holístico para el control de plagas y enfermedades. Pues está convencido de que la mayoría de organismos vivos que se encuentran en un huerto de manzanos como avispas, lombrices o mariquitas son útiles y por ello, los controla de manera selectiva para hacer frente a una amenaza en sus campos.

En Bulgaria, los Erasmus podrán acercarse a la finca de cereales de Albena Simeonova y ver cómo cultiva cereales sin emplear plaguicidas sintéticos. Así como aprender los beneficios que supone cooperar con otros agricultores o empresas. Bulgaria cuenta ya con 6.000 agricultores ecológicos y más de 500 son productores de cereales. "Esto quiere decir que es posible hacer una transición hacia una agricultura en la que se empleen menos plaguicidas sintéticos o que se eviten por completo", explica Simeonova.

Además de realizar diferentes talleres educativos para promover la agricultura ecológica en la zona , en la finca de Guilbardiere (Francia) también se preocupan por el medio ambiente. Allí Gilles Guelliar y Anne Martin, los propietarios, crían vacas de distintas razas en 73 hectáreas de terreno.

Y gracias a la forma en que gestionan el pasto y al haber invertido en una secadora para mejorar la calidad del forraje se autoabastecen el alimento de las vacas. Asimismo, han aumentado la biodiversidad de la finca mediante estanques, setos y evitando el uso de fertilizantes químicos en los cultivos.

Según explican desde la organización verde, poniendo en contacto agricultores convencionales y ecológicos se consigue que el conocimiento sobre alternativas se comparta de manera "más amplia". Un paso "muy importante" para acelerar la aceptación y transición a la agricultura ecológica, ya que actualmente sólo aproximadamente el 5% de los fondos globales para la investigación y el desarrollo agrícola se destina a la agricultura ecológica.