REDR

REDR entrevista al austríaco Martin Hollinetz, seleccionado por la red internacional de Emprendedores Sociales Innovadores Ashoka por sus ideas innovadoras y de alto impacto en la creación de empleo en su región. Charlamos con él sobre su reciente proyecto, Otelo.

¿Cómo nace este proyecto?

La idea surgió en 2008, cuando trabajaba como director regional y tenía la tarea de desarrollar estrategias para combatir la fuga de cerebros y el desarrollo demográfico en Austria. Por entonces, ya empezaban a ponerse de moda en zonas urbanas los talleres gratis o las estructuras cooperativas comunitarias. Así, nació el deseo de desarrollar un modelo similar para el espacio rural: un modelo que facilitara a las personas de las zonas rurales, o a aquellas que quisieran volver a vivir en ellas, la experiencia de vivir una nueva cultura de la innovación y del trabajo gracias a estructuras cooperativas y abiertas.

¿Qué objetivos deseas conseguir con el proyecto Otelo?

Otelo persigue tres metas principales. La primera es inspirar: ayudar a que cada persona reconozca su propio potencial y proporcionarle la oportunidad de que comparta sus competencias y habilidades con otros. Entretanto, todos juntos formulamos deseos e ideas para el futuro y encontramos los recursos necesarios para hacerlos posibles. De esta manera nace el programa Otelo para la educación comunitaria. La segunda meta es entusiasmar: para que la inspiración se convierta en un hecho real y plasmado, se necesita a individuos entusiasmados que estén preparados para pasar a la acción. Para ello hemos desarrollado el modelo Node, que acompaña a grupos de participantes desde su primera idea hasta la realización física de sus proyectos, facilitándoles la consecución de espacio y apoyo. Esto requiere el punto 3, posibilitar la acción: para ello, cada miembro de Otelo colabora con empresas regionales y organizaciones, crea una red de apoyo y conecta con otros miembros de Otelo.

¿Qué necesita Otelo para tener éxito?

Otelo necesita un espacio físico que no implique costes y que tenga conexión a Internet, tanto para la comunidad como para una organización. Además, requiere la cooperación de un equipo voluntario y local, que se encargue del centro físico de Otelo. A estas personas las llamamos los Magic 5. Son personas a las que les gusta invitar a otros, y que están integradas en redes locales. Para el comienzo, Otelo también necesita un capital inicial, para que el proceso de creación pueda ser seguido y monitorizado. En principio, todos los documentos y experiencias de otros centros Otelo están a disposición de todos. Un acompañamiento del proceso por parte de los Magic 5 ya ha sido puesto en marcha y efectivo. En ello, también es importante que cada centro físico tenga en cuenta las condiciones culturales de cada región, y que incluya e integre bien a la población local.

¿Cómo pueden promover las redes de desarrollo europeas y las instituciones regionales el pensamiento emprendedor de sus ciudadanos y de sus negocios?

Lo que hemos podido demostrar con Otelo es que las ventajas del espacio rural pueden jugar un papel muy importante mediante sencillas estructuras de toma de decisiones y a través de la cercanía personal de los actores implicados. Gracias a esto, se genera un gran atractivo para las personas jóvenes. En combinación con esto, se crea también una nueva cultura de la economía colaborativa, buscada por muchos jóvenes (de cuerpo y de espíritu). Nuevas formas de entender la economía, junto a modelos laborales más cooperativos, costes de vida más bajos y estructuras de toma de decisiones más rápidas y efectivas, pueden proporcionar un nuevo impulso de desarrollo al ámbito rural, y lograr así un equilibrio más estable entre zonas urbanas y rurales. Así podrían implantarse nuevos modelos que posibilitaran una nueva cultura de la innovación y el establecimiento de las estructuras de apoyo necesarias.

¿Existen posibilidades reales de empleo para la población joven en las zonas rurales?

Desde mi punto de vista, no se trata de empleo u ocupación, sino de una reorganización del trabajo y la economía. Aquí,  el ámbito rural se convierte en el pionero de nuevas formas de trabajo cooperativo y de estructuras más abiertas. Quien puede ofrecer un espacio vital barato, unido a una mejor calidad de vida y, a la vez, abierto a nuevos desarrollos económicos y culturales, se convierte instantáneamente en un motor para una nueva Europa. Nuevos sistemas económicos y, por lo tanto, nuevos sistemas de empleo nacerán. El ejemplo de la cooperativa de Otelo ya ha tenido grandes éxitos en el ámbito rural, y ahora mismo podría ofrecer nuevas perspectivas para la gente joven, especialmente en términos de emprendimiento y cooperación.