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Más de 500 familias de la zona rural del país que no tienen electricidad en sus casas, podrán contar con un dispositivo portátil que convierte la luz del sol en carga para diferentes aparatos.

A través de este innovador aparato, que aprovecha la energía solar, se obtendrá la fuente necesaria para cargar celulares, escuchar la radio o sintonizar la televisión en lugares donde no ha llegado el servicio eléctrico.

El invento, que se basa en un pequeño panel solar, ya ha revolucionado la vida de miles de personas en las comunidades más distantes de países como Nepal o la India. Sin embargo, con una serie de nuevas mejoras e innovaciones, el proyecto ganó el concurso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en representación de El Salvador y obtuvo como premio un financiamiento de $139,960.

“Desde mi último empleo en Alemania y Nepal ya habíamos elaborado este producto. Mi idea fue desarrollarlo más para El Salvador. Cuando llegamos, contacté a la Universidad José Simeón Cañas (UCA) por su Departamento de Electrónica y hablamos sobre la idea”, explicó Rainer Mutschler, inventor del dispositivo.

Según Mutschler, la infraestructura en servicios de los países centroamericanos es aparentemente mejor, pero las zonas rurales padecen los mismos problemas que en países asiáticos en los que ha trabajado.

“En las comunidades más alejadas no hay energía eléctrica, ni agua, ni servicios sanitarios. La idea es ayudar a la gente con productos de bajo costo y que son una fuente de energía”, afirmó.

En El Salvador, existen 30,000 hogares sin energía eléctrica y en la región centroamericana son un al rededor de un millón.

“El premio es un estímulo para el desarrollo de la tecnología y el inicio de la empresa. Ahora se deben buscar alianzas estratégicas para que la gente pueda beneficiarse directamente”, dijo Christof Kuechemann, director residente de la Agencia de Cooperación Técnica de Alemania (GTZ) en El Salvador. Kuechemann destacó que se trata de tecnología de bajo costo, accesible para el mercado. “Por lo tanto, debe ser una tecnología comercial para que sea sostenible”, indicó.

Con el dinero otorgado por el BID, el proyecto se encuentra en la etapa de producción, en la que se elaborarán 500 productos.

El costo por unidad puede estar entre $50 y $100, pero según su creador se están buscando alianzas con el Gobierno u otra organización para bajar el costo.