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Siguiendo el ejemplo puesto en práctica en Soria y ante los buenos resultados que se están consiguiendo, la Diputación de Ávila busca, con este convenio, no sólo cuidar el monte y sus frutos, sino también y, sobre todo, contar con herramientas de control, señalización, personal adecuado y regulación de los recursos micológicos.

Así lo manifestaron tanto el presidente de la institución provincial, Agustín González, como el responsable del Área de Desarrollo Rural, en la presentación de una Guía de Buenas Prácticas Ambientales en Ayuntamientos que se llevó a cabo en Peguerinos, municipio abulense en el que confluyen, precisamente, elementos como la riqueza micológica con la afluencia de visitantes que buscan este aspecto de la localidad.

Ocho metas

Este convenio, que cuenta con 3,3 millones de euros de presupuesto -cofinanciados a partes iguales entre la Administración regional y las diputaciones de Ávila, Burgos, Salamanca y Valladolid- tendrá una duración de cinco años y busca alcanzar ocho metas.

Estudiar el potencial micológico de cada territorio y fomentar las buenas prácticas de recolección, así como la difusión de la micología entre la población, además de profesionalizar el sector, orientándolo hacia este turismo, y que los beneficios que genere repercutan en la población local son algunos de los objetivos que se persiguen.

Para ello, llevarán a cabo, entre otras actuaciones, inventarios, además de diseñar un sistema de apoyo en internet que complemente el ya existente sobre recursos micológicos (Índice Micodata) y crear una Mesa Micológica Regional que sirva como foro de debate a recolectores, empresas, centros turísticos y administraciones, teniendo en cuenta que un 54 por ciento de la población rural de Castilla y León se dedica, en algún momento del año, a la recolección de setas.

Asimismo, se creará la figura de un inspector sanitario micológico y se implantará un sistema de certificación de origen de los productos micológicos (salvo las trufas), teniendo en cuenta que se estima que la producción anual puede alcanzar las 17.000 toneladas y los 65 millones de euros de beneficio.