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Artículo de opinión de Francisco Martínez Arroyo, Consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, publicado en su blog ruralsiglo21.

El próximo día 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Es una fecha marcada en el calendario que sirve para reconocer y reivindicar el papel de las mujeres en la agricultura y la ganadería, el desarrollo rural, la lucha contra la pobreza y la mejora de la seguridad alimentaria, en todos los rincones del planeta.

En realidad, las mujeres rurales -la mitad de la sociedad en nuestros pueblos- son todo lo anterior, y mucho más. No hay futuro para nuestros pueblos sin mujeres visibles que lideren el desarrollo, ni habrá orgullo para las sociedades avanzadas sin mujeres trabajando y decidiendo nuestro futuro. Ser la mitad de la sociedad exige un reconocimiento hacia las mujeres nunca inferior al de los hombres. En la aspiración de construir una sociedad más justa y feminista, de progreso, reside una de nuestras mayores expectativas para los próximos años. Más, si cabe, en el medio rural, más difícil para las mujeres, en el que, todavía, faltan servicios e infraestructuras imprescindibles.  En el ámbito rural, la situación de las mujeres se agrava pues se enfrentan a la falta de oportunidades para acceder al mercado laboral y sufren, de manera directa, la escasez de servicios  que faciliten la conciliación de la vida personal, familiar y laboral; lo que impide participar de forma activa en los foros donde se toman las decisiones. 

A pesar de que en las últimas décadas el avance en España y, de manera particular, en Castilla-La Mancha, ha sido espectacular, reivindicando el papel de las mujeres y afrontando de manera decidida la batalla contra la violencia de género que aún persiste lamentablemente en nuestra sociedad (un excelente ejemplo es la Ley de violencia de género en Castilla-La Mancha, aprobada en octubre de 2018) queda mucha tarea pendiente.

Quizá la mejor muestra de nuestro compromiso con las mujeres rurales sea el Estatuto, que tuvimos el orgullo de impulsar en la legislatura pasada y, que tendré el honor de defender en las Cortes regionales en las próximas semanas, esperando que cuente con el apoyo de todos los grupos parlamentarios. Hoy, en esta entrada de reivindicación del papel de las mujeres rurales para celebrar su día, quiero reconocer el trabajo de FADEMUR (http://fademur.es/fademur/) tanto a nivel estatal, como regional, así como el de Araceli Martínez, directora general de Igualdad en la legislatura pasada, sin cuyo apoyo y luz, no hubiéramos podido consensuar este texto, en el que tantas ilusiones hemos puesto.

Estatuto de las Mujeres Rurales

Las medidas que se contemplan en esta ley tienen como finalidad corregir la discriminación múltiple a la que se ven sometidas las mujeres rurales aplicándose con mayor intensidad en los lugares del medio rural más afectados por el problema del despoblamiento. Asimismo pretende fomentar nuevas oportunidades de empleo y la mejora de la calidad de vida en el medio rural, así como impulsar a las mujeres a poner en práctica sus propios proyectos.

De manera breve, quiero destacar aquí algunas de las cuestiones más importantes de esta ley.

En primer lugar, hemos querido visibilizar el papel de las mujeres en el medio rural a través de su presencia en los órganos de dirección o decisión de las entidades presentes en el territorio. Así, todas las organizaciones agrarias, cooperativas, organizaciones empresariales o sindicales que accedan a las ayudas públicas, deberán garantizar que al menos el 40 por ciento de sus órganos de dirección sean mujeres. De lo contrario, no podrán contar con el apoyo de la Administración. 

Por otra parte, las empresas particulares y cooperativas, para poder acceder a las ayudas, deberán tener en los órganos de dirección un porcentaje de mujeres igual o superior al que éstas tengan en la masa social o accionarial de la empresa. También, aquellas empresas que tengan en marcha un plan de igualdad, o en las que más del 50 por ciento de los miembros de los consejos de dirección o los consejos rectores sean mujeres, tendrán prioridad en todas las ayudas.

La Ley también priorizará a las mujeres que viven en el medio rural, en todas las líneas de ayudas públicas que tengan que ver con la agricultura, la ganadería, la industria agroalimentaria o el desarrollo rural y cubrir el déficit que la sociedad tiene con ellas, ya que por vivir en los pueblos se ven más afectadas por el acceso al mercado laboral o la falta de infraestructuras, como ya hemos apuntado. Será, por tanto, obligatorio, lo que se ha llevado a cabo en la práctica -y debido al compromiso político del gobierno regional- en los últimos cuatro años en líneas concretas como la de  incorporación de jóvenes al sector agrario, donde se otorgan 10 puntos a los proyectos presentados por mujeres (sobre un mínimo de 20, para acceder a las ayudas), lo que ha permitido que todas las chicas hayan podido acceder a los recursos públicos y que un tercio de los más de 2.600 jóvenes incorporados en las dos ultimas convocatorias hayan sido mujeres, un porcentaje altísimo, récord en Castilla-La Mancha. También se priorizará a los proyectos de titularidad compartida de las explotaciones agrarias, que han pasado de 28, en junio de 2015; a 177 en octubre de 2019, un incremento imparable, a pesar de las dificultades administrativas, que debemos ser capaces de resolver en estos próximos años.  También, se fomentará la afiliación de las mujeres agricultoras y ganaderas a la Seguridad Social  mediante ayudas y subvenciones destinadas al abono de las cuotas a la Seguridad Social en el régimen que corresponda a su actividad agraria. La Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha emprendió su andadura legal en agosto de 2018 con la consulta pública que establece la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas. Realizaron aportaciones 5 organizaciones y, con ellas, se elaboró el Anteproyecto de Ley, que inició su periodo de información pública el día 25 de octubre del año pasado, presentando sugerencias o contribuciones hasta 10 organizaciones.  Posteriormente,  el Anteproyecto de Ley pasó por el Consejo Asesor Agrario y por el Consejo Regional de la Mujer a finales de 2018. Tras su evaluación por el Consejo Consultivo, se remitió a Consejo de Gobierno en abril de este año, remitiéndose el texto a las Cortes regionales ya en esta legislatura. Un largo proceso que está a punto de ser realidad.  En vísperas del Día de las Mujeres Rurales, mi mejor deseo es la aprobación inminente de esta Ley, el Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha, que nos situará a la vanguardia en nuestro país, en apoyo a las mujeres de nuestros pueblos. A las que tanto debemos y de las que depende nuestro futuro. A todas vosotras, ¡muchas felicidades!