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En el año 2010, ADISMONTA ponía en marcha, en colaboración con la Fundación Caja Extremadura y la Mancomunidad Sierra de Montánchez, un proyecto HUERTO URBANO, UN ESPACIO PARA CREAR. Por primera vez, el GAL trabajaba de forma integral la discapacidad en el medio rural y lo hacía apostando por la agricultura ecológica y  los huertos como medio para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y/o física de la Comarca a través del ocio saludable, la de su entorno a través del respiro familiar y la de la población en general, al convertirse en un recurso colaborativo que ha conseguido la igualdad de oportunidades en la vida social y cultural, a través de la participación en el proyecto.

Lo que empezó siendo un terreno baldío en la sede de la Mancomunidad Sierra de Montánchez, se ha convertido a lo largo de los dos años de desarrollo del proyecto, en la huerta ecológica de referencia y origen de una red de Huertos que se sitúan en diferentes puntos de la Comarca, ubicados en las Asociaciones de Personas con Discapacidad ,Centros Educativos y Asociaciones de Mujeres que hacen posible el proyecto y que lo construyen diariamente, con un objetivo, la integración de grupos poblacionales vulnerables a través de la agricultura ecológica y la creación de huertas colaborativas a través de la plena participación de las personas participantes/constructoras. En la actualidad, son seis las huertas que forman parte de la red y están ubicadas en los diferentes centros colaboradores, fomentándose el intercambio de experiencias entre éstos, ya que el desarrollo de los huertos es distinto en cada lugar y responde a las necesidades y deseos de las personas participantes. ADISMONTA facilita la asistencia técnica, pero son las personas las que construyen las huertas y las desarrollan. Desde remover la tierra, floricultura  o aprovechar las malas hierbas como la ortiga, para la elaboración de cremas. Todo ello con el objetivo de utilizar la tierra como medio para empoderar a las personas que pasan por los huertos, para establecer una relación respetuosa con el entorno natural del que somos parte y participar en el desarrollos social, cultural y económico de la Comarca.

Así mismo, una de las huertas, la primera, la de la Torre de Santa María, se ha convertido en lugar de referencia para diferentes actividades, convirtiéndose en un aula abierta en la que tienen cabida todas aquellas iniciativas que combinen agricultura ecológica, integración, formación y valores. Durante estos dos años, son más de setecientas las personas las que han participado en actividades como HUERTILANDIA, con todos los centros educativos de la Comarca, Huerting 0.0 .Tráete el Ipad al Bancal, la Ruta Verde, entre otras. Una red de huertas ecológicas abierta, colaborativa e integradora, que ha conseguido que todos y todas aportemos al desarrollo de esta Comarca, a través de algo tan sencillo como la tierra y semillas.