REDR

Los pasados 15 y 16 de mayo se dio el disparo de salida a Barcelona al proyecto RURALIZATION , que cuenta con la participación de la Xarxa per a la Conservació de la Natura / Red para la Conservación de la Naturaleza (XCN). Financiado por la Comisión Europea bajo el programa Horizonte 2020, el proyecto tiene como objetivo la generación de conocimiento y el diseño de políticas en relación a los principales retos que afrontan las regiones rurales a nivel europeo, y que las sitúan en una situación desfavorable en relación en las áreas urbanas, amenazando la cohesión económica, social y territorial de la Unión Europea.

En efecto, se espera un crecimiento de la población del 12% en las áreas urbanas entre 2014 y 2020, mientras que en las áreas rurales la tendencia será negativa durante el mismo periodo, con un decrecimiento del 7%. A nivel económico, las diferencias en ingreso per cápita entre áreas urbanas y rurales son cada vez más importantes (34.179 € / cápita en las primeras, por 19.104 € en las segundas). Para entender la situación en el mundo rural hay que tener en cuenta, además, el envejecimiento de la población, en particular del sector primario (la mayoría de agricultores tienen más de 55 años, y los menores de 35 son una clara minoría), o fenómenos como la alta concentración de la propiedad de la tierra (52,2% de la superficie agraria a nivel europeo está controlada por un 3,1% de propietarios, mientras que el 76,2% de explotaciones agrícolas controlan siquiera el 11%.

Frente a estos retos, el proyecto RURALIZATION pretende mejorar en particular el conocimiento en relación al fenómeno del relevo generacional en el mundo rural, especialmente en las explotaciones agrarias, generando políticas facilitadoras del acceso a la tierra, así como instrumentos adecuados para desarrollar la actividad económica agrícola, pero también otras actividades que potencien la diversificación en los entornos rurales.

El proyecto, que se alargará durante 4 años, está liderado por la TU Delft, y cuenta también con la participación de 18 organizaciones de 12 países europeos, incluyendo tanto universidades como centros de investigación y organizaciones no gubernamentales que trabajan en el acceso a la tierra y la promoción de la agroecología, Como las entidades de la Red de Acceso a la Tierra (Access to Land Network), de la que también la XCN forma parte. La multidisciplinariedad de las entidades, así como la variedad de actividades de investigación que se desarrollarán a lo largo del proyecto y la participación activa de los que han de ser sus principales interesados ​​(jóvenes agricultores y recién llegados al mundo rural, que se convertirán en co-creadores de las nuevas políticas de desarrollo rural), confieren al proyecto un enfoque claramente innovador en el proceso de abordar los retos de las regiones rurales europeas.

Desde la XCN se considera estratégico trabajar en la definición de políticas de desarrollo rural, por el impacto que éstas pueden tener en la gestión del territorio y en el estado de conservación de los ecosistemas. De hecho, en el ámbito estrictamente agrario, se evidencia que el campesinado tiene un papel clave e insustituible en el mantenimiento a gran escala de los hábitats agrarios, ya que, para empezar, los agro-ecosistemas representan el 38% del total de la superficie de la Red Natura 2000 en la Unión Europea. Durante la segunda mitad del siglo XX, sin embargo, la generalización del modelo productivo intensivo ha comportado una cierta homogeneización del paisaje, la fragmentación de hábitats naturales y semi-naturales, y el abandono de las zonas menos productivas o más aisladas.

En consecuencia, la participación en el proyecto RURALIZATION ofrece una oportunidad única, pues, para incidir en el debate sobre las futuras políticas de desarrollo rural, así como su relación con objetivos ambientales en general, y la biodiversidad en particular . En esta línea, la promoción de la agricultura ecológica en las nuevas generaciones rurales tendrá seguro un papel relevante en este debate, tanto por su contribución positiva en la generación de puestos de trabajo como en la conservación del medio ambiente, revirtiendo la tendencia negativa descrita anteriormente. La excelente impresión que dejó entre los participantes en el proyecto la visita a la finca de Can Monmany, en Collserola, y que complementaba las intensas reuniones iniciales de trabajo, es seguramente un buen presagio.