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Ascensión, en el despacho desde el que realiza el montaje y la postproducción de películas y series como "Gran reserva", de TVE.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han revolucionado la forma de trabajar de muchos profesionales, que hoy pueden atender sus ocupaciones desde cualquier lugar en el que tengan acceso a la banda ancha. Es el caso de Ascensión y Eduardo, una pareja dedicada al mundo del montaje y la posproducción cinematográfica que el pasado junio ‘huyó' de Madrid con sus dos hijas para convertirse en vecinos de Cedillo de la Torre, una pequeña localidad de apenas unas decenas de habitantes en la comarca del Nordeste de Segovia.

Ascensión y Eduardo se dedican al cine, ella al montaje y coordinación de posproducción de películas y series de televisión, mientras que él está especializado en la posproducción digital. Pero en realidad, aunque ellos no lo confiesen, su fuerte a la hora de contar historias es su faceta de guionistas. Sólo así se explica el giro que dieron a sus vidas y a las de sus dos hijas, Manuela y Lucía, de 11 y 10 años, respectivamente, el pasado mes de junio, cuando decidieron abandonar Madrid -más concretamente, la plaza del Callao, lo cual es usar las mayúsculas para definir la gran ciudad- para instalarse en la pequeña localidad de Cedillo de la Torre, donde poseen una casa desde hace nueve años. Entonces ya comenzaron a dejar pistas al espectador avisado sobre sus intenciones para el futuro.

"Buscábamos un desahogo para los fines de semana, algo que además estuviera en la A-1, porque yo soy de Vitoria, y como además tengo una amiga nacida en Cedillo...", rememora Ascen. La casa elegida fue el antiguo salón de baile del pueblo, un inmueble que recuperaron respetando el viejo techado de vigas de madera bajo el que tantas historias nacieron y se desarrollaron. "Los mayores se emocionan cuando entran en casa y ven que hemos conservado esa estructura, que tantos recuerdos les trae", revela Ascen.

Fue tras casi una década de convivencia temporal e integración con los vecinos de Cedillo, fraguadas durante fines de semana y vacaciones, cuando esta pareja se atrevió a dar el paso y e instalarse de forma permanente en ese lugar en el mundo "donde ya vivían", en busca de una calidad de vida para ellos y sus hijas inalcanzable en medio del tráfico de Madrid, "donde no paras de ir corriendo de un asunto a otro y nunca parece que tengas tiempo para nada", se lamenta esta nueva pobladora del medio rural.

"Nos planteamos probar durante un tiempo, trabajando desde casa gracias a las nuevas tecnologías. Lo más importante es que las niñas no tuvieran que renunciar a ninguna de sus actividades, que pudieran seguir sus clases de música, por ejemplo. Ambas se han adaptado muy bien, porque son muy sociables, aunque al principio la mayor vino llorando, pero ahora ni se plantea el regreso", explica.

El balance de estos primeros meses es totalmente positivo, según reconoce Ascen, que tras años trabajando para la productora de Pedro Almodóvar, El Deseo, se ha ocupado recientemente del montaje y postproducción de la segunda temporada de la serie de Televisión Española "Gran Reserva" y de la película "Cinco metros cuadrados", que fue presentada el pasado marzo en el Festival de Cine de Málaga. "La adaptación ha sido muy buena, y tengo que decir que la gente nos ha acogido desde siempre extraordinariamente, haciéndonos sentir unos vecinos más. Las niñas viven aquí con mucha libertad, y los mayores sentimos que el día da para muchas más cosas que en Madrid. Ahora tengo mucho más tiempo para mí, he empezado a estudiar Historia del Arte a través de la UNED, estudio Cello en el Conservatorio..."

Ciertamente, en Cedillo el día de Ascen parece tener muchas más horas que lo que solía antes de abandonar la gran ciudad, porque de otro modo no se explica cómo, además de atender su trabajo, a sus hijas y sus cursos, se ha incorporado además al AMPA y al Consejo Escolar del colegio de Boceguillas, donde estudian las niñas, y donde incluso imparte charlas sobre el mundo del cine a los alumnos. Es, además, secretaria de la Asociación Cultural San Juan, de Cedillo de la Torre.

Su único pero es el que se refiere al deficiente servicio que padece la comarca en cuanto a un medio fundamental para su trabajo, la banda ancha de Internet y la telefonía móvil. "La media hora que tardaba en enviar un archivo en Madrid se convierten en tres horas desde aquí, y a veces mis compañeros se impacientan porque no consiguen contactar conmigo por el móvil. Yo creo que estamos viviendo la revolución rural gracias a las nuevas tecnologías, pero todavía queda mucho por mejorar en este sentido", reflexiona Ascen.