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La convivencia de las personas con el río y sus experiencias conjuntas más emocionales. Así se podría definir desde un punto de vista general el objetivo que persiguen las acciones de la ‘Carta de custodia fluvial del Guadalope' impulsada por la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo.

La Carta de custodia fluvial del Guadalope se inspira en la filosofía de custodia del territorio, que pretende lograr una mayor implicación del conjunto de la sociedad en la conservación del patrimonio en toda su diversidad natural y cultural.

Recoge la sensibilidad que el río despierta entre aquellos que habitan su cuenca así como acciones que pueden realizarse para mejorar su relación con este río a través del voluntariado.

De esta manera el proyecto busca ir conociendo cada vez mejor el ecosistema fluvial del Guadalope para ajustarse más a su realidad natural y dinámica, y poder defender así el río con más argumentos. Para ello, desde este grupo de acción local se comprometen a actuar siempre respetando la unidad de la cuenca y contando con la autorización y colaboración de las administraciones en la asunción de sus competencias y responsabilidades: el organismo de cuenca, la Confederación Hidrográfica del Ebro, el Gobierno de Aragón y los ayuntamientos ribereños.

El proyecto pretende también potenciar la responsabilidad social corporativa y empresarial para implicar a los sectores productivos en un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos y el cuidado del ecosistema fluvial del Guadalope y sus afluentes.

Otro de los objetivos es llevar a cabo acciones directas en todo el cauce y el río (limpiezas, plantaciones, senderismo, encuentros...) para la sensibilización y educación medioambiental de los usuarios.

En el ámbito de la custodia del territorio, la meta es implicar a los municipios y particulares en la adecuación ambiental, fluvial y paisajística de las fincas que lindan con el dominio público hidráulico, mediante asesoría, ayuda, acciones de voluntariado y colaboración desinteresada