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Elena Escolano y Asun Berroy son dos emprendedoras oscenses que hasta hace cinco años dedicaban parte de su tiempo a la fabricación casera de mermeladas. El resultado de su sabroso pasatiempo terminaba en los paladares de amigos y vecinos. "¿Si nuestra producción casera tiene tanto éxito entre nuestros allegados, qué nos impide lanzarnos al mundo empresarial?", se preguntaron.

Y la respuesta a esa pregunta fue la puesta en marcha de Besco Artesano S. C. una pequeña empresa dedicada a la fabricación y comercialización de mermeladas.

"Al principio fue muy complicado y se nos hizo muy duro todo el trámite burocrático. Afortunadamente contamos con la ayuda del Centro de Desarrollo Rural Somontano", recuerda Elena.

"La distribución también fue un asunto complicado. Nos hemos movido mucho por toda España", asegura. La recompensa a este esfuerzo está en que las mermeladas Elasun se distribuyen a través de establecimientos tan destacados como el Club del Gourmet del Corte Inglés o el rehabilitado y bellísimo Mercado de San Miguel de Madrid, Además, se han distribuido las mermeladas a través de ‘La Alacena de Carlos Herrera'.

Pero, ¿cómo aportar un factor diferencial a un mercado de por sí ya muy maduro? La clave está, en primer lugar, en la calidad de la fruta que utilizan: "Es fruta de mesa, es decir de primerísima calidad, no utilizamos la calidad de fruta que se utiliza habitualmente para este tipo de productos", destaca Elena Escolano.

El envasado y el etiquetado es otro los de los factores diferenciadores del las mermeladas Elasun: "El frasco es cúbico, de diseño italiano. A la tapa le añadimos una flor artesanal, realizada por los alumnos del Taller de Terapia Ocupacional de la Fundación Rey Ardid. Todo esto cuesta dinero, pero al final, los clientes lo agradecen, terminan buscándonos", asegura.