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La primavera y el principio del verano son meses excelentes para que los aficionados a la micología disfruten de su pasión por las setas. Precisamente, "Las setas de primavera" centraron ayer la conferencia que el micólogo Antonio Palazón ofreció en el Espacio Ibercaja Castillo Montearagón de Huesca.

Las setas de primavera son "las grandes desconocidas del mundo de la recolección en la micología". Época rica y de gran variedad de especies, Antonio Palazón insiste en que, como ocurre en otras estaciones del año, hay "algunas altamente apreciadas y otras mortales". Entre las cuatro o cinco que se catalogan entre "las diez primeras de la lista se encuentran la seta de marzo o seta de ardilla, el conocido perrechico o seta de San Jorge que en el Pirineo es el usón, la senderuela o seta de carrerilla, que sale en grandes grupos y es muy pequeña pero es extraordinaria, y la colmenilla". Adentrándose en la primavera, los boletales y los cantarelus, "también son muy apreciados".

Toda esta riqueza de especies se traduce en un crecimiento "espectacular de gente aficionada a la micología". Antonio Palazón resalta que en los últimos seis o siete años, "y sobre todo en el otoño, se han cuatriplicado las personas que han salido al monte".

Por eso, y aunque la divulgación didáctica es "muy buena, hay veces que fomentamos el vandalismo en el monte, ya que no todo el mundo es respetuoso, y va a recolectar lo que caiga". Ese recolectar lo que caiga es un error porque no siempre es bueno lo que se coge, sobre todo porque "la gente cuando asiste a charlas de micología se queda con el tema gastronómico y no se preocupa tanto de los aspectos científicos".

Antonio Palazón es consciente de que en muchas ocasiones se sale al monte en masa "por poderse echar algo al estómago, sin pensar en los peligros que eso conlleva". Para este experto, la gente es demasiado atrevida cuando sale a buscar setas y compara a los que cogen todo lo que ven con "la persona que coge una pistola y se la pone en la cabeza y juega a la ruleta rusa. Aunque la comparación pueda parecer exagerada, insiste, ponerte a comer algo que no sabes lo que es, es un atrevimiento porque hay setas mortales cuya ingesta causa la muerte".

Por eso, con la información adecuada y sabiendo lo que hay que hacer, los altoaragoneses aficionados a la micología están de suerte y son "unos privilegiados" ya que el Pirineo y el Prepirineo "es extraordinariamente rico. Tiene una biodiversidad impresionante. Arriba del todo tenemos el abeto blanco, que sólo está en el Pirineo, luego tenemos hayedos, abedulares, pinares de todo tipo..., y en el Prepirineo otro tipo de pinos, encinas, robles... Tenemos todo el arbolado y la cantidad de setas que pueden salir es impresionante".

Las setas de primavera están a punto de salir y recolectarlas está al alcance de la mano, pero sin olvidar que "debemos de ser respetuosos con el medio ambiente, coger sólo lo que conocemos por si nos queremos dar el placer de comer unas setas extraordinarias y buenas, y dejar en el monte lo que no conocemos sin darle patadas".

Antonio Palazón hace una última recomendación antes de empezar la temporada: "coger la seta entera cuando queramos que sea identificada por un experto porque si se corta faltan datos de la especie".