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No es sólo una cuestión política, «estamos necesitados de una conciencia ciudadana que nos ayude a pasar de la preocupación a la acción medioambiental», afirmaba ayer en La Magdalena la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa. Será el camino a andar para alcanzar la «necesaria integración entre economía y ecología, cuyas bases conforman la Ley de Economía Sostenible, una buena herramienta para salir de esta crisis», añadió. Espinosa acudía ayer a la UIMP para inaugurar el curso '¿De quién es la iniciativa? Experiencias innovadoras para una economía sostenible', donde compartió mesa con el rector de la institución, Salvador Ordóñez, y los consejeros cántabros de Medio Ambiente, Francisco Martín y de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria.

En su discurso demandó más inquietud en la iniciativa privada. «Algo que deberá despertar las acciones ecológicas; una demanda a la que las instituciones públicas deberán dar respuesta», reivindicó para incidir sobre la clave del cambio. «La búsqueda de la concienciación social, la difusión de una cultura ecológica en la gestión pública. En esto están haciendo un gran trabajo las diferentes agrupaciones ecologistas y ONGs», completó

El consejero de Medio Ambiente del Goberno de Cantabria, Francisco Martín, señaló que «debemos ser valientes a la hora de tomar decisiones políticas arriesgadas. Y ser conscientes de que no van a tener un efecto inmediato. Pero hay que ponerse manos a la obra porque sería muy triste que en el asunto de la sostenibilidad pasáramos a la historia como la generación que sabía que tenía un gran problema, que tenía medios para resolverlo, y no quiso», precisó en la misma línea que su compañero de Gobierno, Jesús Oria.

Oria defendió el cambio de modelo económico, más amplio, que trascienda el tradicional mercado agrario y ganadero. «Hay que entender que el desarrollo rural no pertenece sólo al estricto ámbito agrario. Debe aspirar a convertirse en un referente de desarrollo territorial integral, en el que deben incorporarse otros modelos sociales y económicos que conduzcan a una nueva gobernanza donde el ámbito privado tome la iniciativa», resumió como única vía de salvación del entorno rural.