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Artículo de César Blanco Elipe, publicado en El Norte de Castilla.

La Coordinadora para el Desarrollo Integral del Nordeste de Segovia (Codinse) ejerce las veces de intermediaria improvisada entre los recursos humanitarios que se han puesto a disposición en esta zona de la provincia para ayudar a los ciudadanos ucranianos que huyen de la destrucción provocada por la invasión rusa y las organizaciones humanitarias que trabajan directamente con refugiados. La semilla que aporta la asociación ha germinado y florecido ya con un primer acogimiento familiar en un hogar en Boceguillas, revela la gerente de Codinse, María del Mar Martín.

La agrupación lanzó hace unos días un llamamiento para saber con qué red de apoyo contar para ponerla a disposición de la causa en la que trabajan directamente algunas ONG, como ACCEM o Mensajeros de la Paz. Precisamente, la familia ucraniana que en uno o dos días conocerá su nuevo hogar en Boceguillas forma parte del grupo de refugiados atendidos por la asociación que preside el padre Ángel y que cuenta con el trabajo del que fuera párroco de El Espinar, Valentín Bravo.

El sacerdote había anunciado que algunos de los desplazados por la guerra que han recalado en tierras segovianas a través de la organización se repartirían en distintos puntos de la provincia en los que viven familias que han ofrecido sus casas para acoger a refugiados. Y así se ha fraguado la colaboración con Codinse en una nueva puntada con el hilo de la solidaridad para tejer el entramado segoviano de ayuda a quienes escapan de los bombardeos y las balas y que dejan atrás a sus seres queridos, amigos, trabajos...

Los dos primeros

Martín añade al inminente acogimiento por parte de un hogar de Boceguillas de una madre con dos hijos otro tramitado este jueves con una familia de Ayllón. Son las dos primeras acogidas gestionadas a través de la llamada a la solidaridad lanzada por Codinse, que va a servir a la coordinadora para definir una base de datos con hogares, viviendas y otros recursos con los que poder contribuir a aliviar las penalidades de los refugiados ucranianos. La gerente de la asociación matiza que hay algunos ciudadanos desplazados que han llegado al nordeste de manera individual al tener ya en la zona algún contacto de parientes o amigos a los que han podido acudir.

Asimismo, la representante de Codinse subraya que, aunque la asociación no cuenta específicamente en su cartera de servicios con este tipo de apoyo humanitario, ha querido echar una mano y arrimar el hombro en lo que estén sus manos. Y en ellas está, por ejemplo, la bolsa de empleo de la que dispone Codinse, amén de otros recursos que pueden contribuir a la estancia de refugiados procedentes de Ucrania.

«Estamos en contacto con otras organizaciones», reitera Martín, para conocer la demanda de necesidades y 'cruzarlo' con lo que Codinse puede dar. Dentro del llamamiento realizado esta misma semana, la asociación dispone por el momento de quince viviendas, entre inmuebles municipales o casas que actualmente están en desuso y que se han ofrecido para los acogimientos. También hay al menos cinco familias que se han puesto en contacto con Codinse para albergar a ciudadanos ucranianos.