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Marisa Blanco, David Martín y sus dos hijos Iván y David viven en un pueblecito de la comarca de Campoó-Los Valles, en Cantabria. Llevan ya tres años en la zona. Dicen que lo que tienen no lo habrían conseguido en la gran ciudad. Ella ha montando una peluquería, él es fontanero. Ven crecer a sus hijos sin sobresaltos

“He ido dando los pasos necesarios para hacer lo me gusta”. Marisa tenía más de diez años de experiencia como peluquera pero al principio y hasta estar convencida de que se encontraba bien en el medio rural y de que su negocio podría ser factible allí, compatibilizó su profesión con otros trabajos. ”Llegue a tener hasta tres: en hostelería, en el autobús escolar y como peluquera a domicilio". De este modo, fue ganándose la confianza de las personas que vivían en la comarca y conociendo sus necesidades. Cuando salió a concurso el local donde podría instalar su peluquería no lo dudó. Comparte el espacio con otro nuevo vecino que es fisioterapeuta y ella también ha diversificado la actividad con la de salón de belleza. “A temporadas tengo que contratar a otra persona para que me ayude. Ha ido todo sobre ruedas”.

Y sin embargo, lo que más valoran, tanto Marisa como su marido, es la calidad de vida que han ganado, el tiempo para compartir y disfrutar juntos de la familia, la tranquilidad de saber que los niños pueden jugar en las calles del pueblo sin miedo a que les pase nada.

“Cuando nos estábamos planteando si venir a vivir a la zona me preguntaba si nos adaptaríamos bien, si encontraríamos trabajo, dónde viviríamos... y me preocupaba mucho la educación de los niños. Abraza la Tierra me llevó al colegio para que pudiéramos conocer al director y a los profesionales que trabajan allí. Me tranquilizó saber que había especialistas que podrían atender las necesidades específicas de mi hijo. De la mano de las técnicas que trabajan en la iniciativa se fueron solucionando las demás incógnitas. Ellas nos ayudaron en el proceso de búsqueda de vivienda y me avisaron cuando salió a concurso el local de la peluquería. Con Abraza la Tierra ha sido todo más fácil”.

Elsa Herrero, la técnica de Abraza la Tierra en la Comarca, ha visitado hoy a Marisa para ver cómo va todo. Ella le muestra orgullosa las reformas de la peluquería y además le comenta entusiasmada que le ha dado el teléfono de la iniciativa a unos familiares están pensando venir a vivir a la zona. El matrimonio se muestra muy esperanzado con el futuro de la comarca y cuando hablan de la potencialidad de la zona sus palabras desbordan ganas de hacer, planes, posibilidades... Seguramente sea esa ilusión la que haya animado a sus familiares a plantearse seguirlos. Los vecinos del pueblo comentan su satisfacción de que personas activas como ellas puedan vivir en la zona. Pilar Salcines lo explica con una amplia sonrisa: “Un matrimonio joven, con niños con edades como las de los míos. Ha sido fantástico, hicimos buenas migas desde el principio”. Así que las dejamos en la peluquería comentando los preparativos del campamento que están organizando desde la asociación de padres y madres del colegio.