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El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, ha participado este jueves en Madrid en la inauguración del seminario "Climate Change and Water in the Agriculture Sector", coorganizado por España, Reino Unido y la Comisión Europea.

Durante su intervención, Josep Puxeu ha destacado que la agricultura y el medio ambiente son conceptos interrelacionados y complementarios. De este modo, ha recalcado que los agricultores y ganaderos europeos contribuyen en la actualidad a la conservación y mejora del medio ambiente sin compensación, para disfrute del conjunto de la sociedad.

Por este motivo, el Secretario de Estado de Medio Rural y Agua ha subrayado que en el actual contexto de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) es necesario incentivar este tipo de prácticas a través del segundo pilar, ya que el modelo europeo supone un coste adicional para los agricultores y ganaderos por normativas que no se exigen en los mercados internacionales ni en las importaciones.

De este modo, ha incidido en que no parecen necesarios nuevos compromisos para justificar la PAC, sino más pedagogía para explicarles a los contribuyentes que la PAC ya es verde. En este sentido, cabe destacar que los productores agroalimentarios ya deben cumplir normativas que justifican el apoyo público, como la de Nitratos, la de Hábitats, la de Aves o la Directiva Marco del Agua.

Asimismo, el Secretario de Estado de Medio Rural y Agua ha hecho hincapié en la importante capacidad de abastecimiento alimentario de España y de la UE, que contribuyen a alcanzar los objetivos de la Declaración del Milenio, y ha enfatizado que es preciso potenciar un sector agroalimentario que proporcione alimentos de calidad con riesgo cero en suministro y sanidad. Según la FAO, la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar más de la mitad para 2050.

Para lograr este objetivo de garantía de la seguridad alimentaria e incremento de la competitividad del sector agrícola, Josep Puxeu ha resaltado la necesidad de avanzar en una gestión hídrica sostenible y eficiente que permita adaptarse a los retos que plantea el cambio climático en la gestión del agua.

Un buen exponente de todo ello se encuentra en la agricultura de regadío, cuya normativa va más allá de las exigencias básicas y está basada en la sostenibilidad del recurso y en la eficiencia energética.