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Hoy se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. ¿Qué supone para usted esta fecha?

Es una fecha muy cercana al final del año, así que es un buen momento para repasar todo lo que hemos hecho en materia de mujer rural. Por otro lado, es un día espléndido para tomarles el pulso a las mujeres con el fin de saber qué tenemos que hacer el año siguiente.

¿Qué actos tienen preparado para celebrar la fecha?

Por la mañana contaremos los resultados de los talleres de valoración de iguales y presentaremos un ‘Manual de buenas prácticas en desarrollo rural con enfoque de género'. Por la tarde haremos una mesa redonda-debate con tres temas de interés, como la titularidad compartida de explotaciones, la violencia de género y envejecimiento activo.

Esta jornada nos sirve para tomarle el pulso a las mujeres rurales que hemos convocado. Queremos que ellas nos inspiren de cara al trabajo del año que viene.

¿Cómo ha sido este año?

Entre las más importantes medidas que hemos puesto en marcha está la incorporación transversal del enfoque de género en todas las convocatorias de ayudas de la Dirección General de Desarrollo Rural: puntúan mejor aquellos proyectos en cuyo órgano de toma de decisiones hay una compensación equilibrada entre hombres y mujeres.

¿Cómo ha evolucionado la mujer en el mundo rural?

En términos generales, es evidente que las mujeres están abandonando el campo. Pero creo que con la crisis económica se está produciendo un retorno a los territorios. Creo que la crisis va a suponer una oportunidad para el mundo rural.

¿Cuál es el papel que juega actualmente?

Las mujeres son básicas en el mundo rural. Aquella que se queda en el campo tiene una fuerza increíble. Tenga en cuanta que en el medio rural hay menos competencia, pero también muchas más dificultades: menos servicios sociales, menos infraestructuras, más desempleo... Esto provoca que aquellas que deciden quedarse a vivir por voluntad propia en un pueblo sean para mí auténticas mujeres coraje. Son mujeres que creen firmemente en algo y luchan por ello.

¿Qué incentivos tienen que existir para evitar el éxodo a las ciudades?

Los grandes problemas para la mujer rural vienen dados por las dificultades en la implantación de la conciliación y la corresponsabilidad. La sensibilidad de los hombres en el mundo rural no es la que tiene que ser, por lo que el principio de corresponsabilidad no se aplica. Al final, los familiares dependientes acaban al cuidado de las mujeres. Estamos muy lejos de alcanzar el principio de corresponsabilidad.

Es fundamental, por tanto, que haya una discriminación positiva para que aquellas que quieran vivir en el mundo rural puedan hacerlo.

¿Qué valor tiene el recientemente aprobado Decreto de Titularidad Compartida de Explotaciones?

Realmente el Decreto no pretende sustituir ningún tipo de regulación civil o mercantil (sería muy complicado hacerlo). Lo que se está haciendo es publicar convocatorias en las que se priman aquellas explotaciones en las que haya cotitulares, con el fin de visibilizar el trabajo de las mujeres.

A lo largo de los últimos meses, se han celebrado cuatro Talleres de Valoración de Iguales, organizados por su Subdirección General ¿qué ha aprendido en ellos?

A nivel personal, me ha impresionado constatar que no todos los agentes implicados estamos yendo en la misma dirección. Si todos remáramos en el mismo sentido, las cosas irían mejor.

Desde el punto de vista de la aplicación transversal de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, ¿cómo se está trabajando con los demás ministerios?

El MARM es un ministerio pequeño en comparación con otros departamentos, como Interior o Fomento. Nos ha tocado coordinar a todos en igualdad de posiciones, pero está siendo un ejercicio muy bonito de coordinación; complicado, pero muy bonito.

¿Cómo valora el trabajo de los Grupos de Acción Local en temas de género?

Me gusta mucho el trabajo que han hecho los Grupos de Acción Local en cuanto a mujeres. Se están haciendo cosas muy bonitas. Le cuento un ejemplo: en la Dirección General hemos creado un equipo de trabajo para desarrollar un observatorio de género con el que estamos haciendo gran cantidad de estudios (Taller de Valoración de Iguales, ‘Manual de desarrollo rural con enfoque de género'...). Esta idea esta inspirada en el trabajo de un Grupo de Acción Local andaluz, que ya lo está haciendo en su territorio.

Los resultados que obtienen son muy potentes, dado que llegan a escala muy baja del territorio con datos muy concretos que muestran la realidad social y el reparto de tareas en el hogar.

Constatar con datos que, en su tiempo libre, los hombres están en el bar y las mujeres cuidando a los hijos o a los familiares dependientes deja muy impresionado.

¿Qué finalidad tiene esa recogida de datos?

Si tienes un diagnóstico del territorio tan potente, te cargas de razones de cara al legislador a la hora de pedirle medidas que acaben con las desigualdades.

Hay gente que no se cree las cosas que decimos sobre desigualdad. Hay gente en la ciudad que cree en el medio rural existe la igualdad entre hombres y mujeres, algo que está por ver incluso en las ciudades. No se creen que las mujeres trabajan más horas y ganan menos, que se pasan 60 horas en la cocina, etc.

¿Y qué pasa con los que sí lo creen pero piensan que es algo normal?

Es difícil, habría que sensibilizar. Pero es difícil. Nosotros mismos hemos lanzado un par de cursos en formación en igualdad y se han tenido que cancelar por falta de alumnos.  No hay interés por estos temas.

Tengo la sensación de que el mundo rural genera poco interés en las ciudades...

Es cierto, y la gente de los territorios empieza a estar un poco quemada. Eso es lo que no puede ser. Hay que decirle a la gente que el medio rural está vivo.

¿Qué actividades hay previstas para el futuro en cuanto a mujer?

Estamos haciendo un estudio de panel, porque queremos extender ese estudio del que le hablaba antes a todos los territorios. Queremos tener resultados de la zona rural en escala 1:1

Durante la Presidencia Española de la UE queremos extender la metodología de los Talleres de Valoración de Iguales a los 27 países. Con este diagnóstico intentaremos convencer a la Comisión de que el FEADER debe permitir la discriminación positiva.