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Más del 80% de la superficie de Castellón está considerada rural, aunque apenas un 15% de la población reside en los 111 municipios (de un total de 135) que tienen esta consideración. La radiografía demográfica de la provincia, realizada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, revela una realidad ya conocida, pero que va camino de adquirir todavía mayores dimensiones: el interior se está despoblando. Y los que se quedan son cada vez más mayores. El mismo informe del Ministerio, incluido en el Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana, revela que la población rural de Castellón es la más envejecida de las tres provincias valencianas, con un 27,4% de vecinos en edad de jubilación, frente al 26% de Alicante o el 25,2% de Valencia. "Con más de una cuarta parte de la población jubilada", indica el informe, "la sostenibilidad de estos territorios resulta amenazada, dejada a sus tendencias actuales". "La misma supervivencia como núcleos habitados de algunos municipios, donde esta tasa de jubilados puede superar el 50%, puede verse cuestionada a corto y medio plazo", añade el documento.

La radiografía rural de la provincia que elabora el Ministerio para la definición de programas de actuación concreta que en los municipios considerados rurales residen 79.827 personas. La superficie rural total de Castellón se cifra en 5.394,95 kilómetros cuadrados de los 6.631,9 de la provincia. En términos relativos, estos datos suponen que el 82,22% de los municipios castellonenses son rurales. En superficie, la ruralidad supone el 81,35% de la extensión provincial. El peso demográfico, sin embargo, no se corresponde con estos porcentajes y se sitúa en apenas un 14,26% de la población castellonense.

Además de la estructura por edades de la población del interior, el Ministerio del Medio Rural advierte también de la ligera "masculinización" de los residentes en estas zonas de Castellón. Una circunstancia que constituye también una "amenaza" para la sostenibilidad demográfica del interior, "pues de las mujeres en edad fértil depende la procreación de las generaciones futuras", añade el documento. En concreto, las mujeres suponen en torno al 49% de la población castellonense del mundo rural.

La llegada de inmigración es otro de los factores determinantes para abordar el futuro del interior provincial, según el informe de Desarrollo Rural, que destaca que en Castellón la población extranjera que reside en estos municipios supone ya el 10% de los residentes, con cerca de 9.000 habitantes procedentes de otros países. La mayoría han llegado a estos pueblos en busca de trabajo procedentes de países de Europa (sobre todo Rumanía) y África.

Inmigración laboral

Este tipo de "inmigración laboral" puede resultar beneficiosa para la supervivencia de estos municipios, aunque su influencia sobre el futuro de las poblaciones rurales va a depender, en todo caso, de las oportunidades laborales que encuentren en el entorno. "Estos nuevos residentes, que suelen ocuparse en la agricultura, la construcción o la hostelería, han sido percibidos en muchos casos como la salvación de la vitalidad de un pueblo", señala el informe. "Pero, al mismo tiempo, también han despertado recelos culturales y problemas de integración", matiza. "La amenaza aparejada a este fenómeno es que el alivio demográfico que genera la presencia de población joven extranjera podría ser temporal, si los nuevos llegados deciden partir ante eventuales situaciones de crisis del empleo y/o ante la presentación de ofertas laborales y de opciones de vida más atractivas en las ciudades o en sus países de origen", añade. La actual coyuntura económica no parece, por tanto, el mejor escenario para el mantenimiento de la población inmigrante en los municipios del interior de la provincia.

No sólo las posibilidades laborales son determinantes para el mantenimiento de la población en el interior. El Ministerio insta, en este sentido, a "explotar las ventajas" del mundo rural y dotar a estos municipios de los servicios "que todo ciudadano de una sociedad moderna espera disfrutar", tales como acceso a internet, zonas comerciales, mejora del transporte y acceso a educación y atención sanitaria. En este punto, sin embargo, el informe destaca que las ratios son mayores en el medio rural que en el urbano.